Capítulo 5: El Misterioso Forastero El sol se ocultaba lentamente tras las colinas, tiñendo el cielo de matices anaranjados y rosados que contrastaban con la tranquilidad del pequeño pueblo. En medio de la paz vespertina, un hombre apareció en la entrada del pueblo, atrayendo la atención de todos con su presencia enigmática. Era Arthur Ravenscroft, un hombre de mediana edad con una elegancia que no pasaba desapercibida. Su traje oscuro y su sombrero de ala ancha parecían ser de otra época, y su andar seguro y calculado sugería que estaba acostumbrado a ser el centro de atención. Arthur Ravenscroft era un buscador de tesoros conocido en varios círculos por sus aventuras en tierras lejanas. Había estudiado en las mejores universidades de Europa y había trabajado con arqueólogos y antropólogos de renombre. Su estado económico era indudablemente sólido, respaldado por una combinación de herencias familiares y sus lucrativos hallazgos. Sin embargo, su verdadera riqueza parecía estar en su