Río de Susurros
Capítulo 1: Encuentro en la Orilla
En el pequeño pueblo de Valle de Agua, el río serpentea como un espejo entre montañas. El murmullo constante del agua acaricia los oídos de quienes pasean por sus orillas, evocando susurros de antiguas leyendas. Entre el verdor y la frescura de este rincón, Valeria se encuentra sola, contemplando el flujo incesante del río. Su cabello castaño ondea suavemente con la brisa, creando un contraste con la quietud de sus ojos que reflejan un temor profundo, una sombra de recuerdos de infancia.
Valeria siempre ha sido introspectiva y reservada, una joven que prefiere el silencio de la naturaleza a la compañía ruidosa. Con cada paso que da hacia el agua, siente cómo su corazón late con más fuerza, cada latido un recordatorio de los miedos que la persiguen desde niña.
No muy lejos de allí, Lucas, un joven de espíritu aventurero y corazón valiente, nada en el río. Su risa llena el aire, un sonido alegre y despreocupado que parece desafiar la tranquilidad del lugar. Lucas es conocido en el pueblo por su energía contagiosa y su pasión por explorar cada rincón del valle. Sus ojos brillan con una mezcla de curiosidad y entusiasmo, reflejando una personalidad extrovertida y optimista.
De repente, el destino interviene. Valeria resbala en una piedra mojada y cae al agua con un grito ahogado. En un instante, Lucas se sumerge en el río y la rodea con sus brazos fuertes, evitando que sea arrastrada por la corriente. Sus miradas se cruzan, y en ese momento, ambos sienten una conexión inexplicable, como si sus almas se reconocieran.
"¿Estás bien?" pregunta Lucas con voz preocupada, sus ojos azules fijos en los de Valeria.
"Sí... gracias," responde Valeria, aún asustada, pero sintiendo una extraña calma al estar en los brazos de Lucas.
"No te preocupes, estás a salvo ahora," dice Lucas, sonriendo suavemente mientras la ayuda a salir del agua.
Valeria se sienta en la orilla, su respiración todavía agitada. Lucas se sienta a su lado, observándola con interés. "No te había visto por aquí antes," comenta, tratando de romper el hielo.
"Vengo de vez en cuando," responde Valeria, mirando el agua. "Este lugar tiene muchos recuerdos para mí."
Lucas asiente, comprendiendo que hay más detrás de sus palabras. "A veces, los recuerdos pueden ser abrumadores," dice, mirando el río. "Pero también pueden ser una fuente de fortaleza."
Valeria lo mira, sorprendida por la profundidad de sus palabras. "Tienes razón," dice finalmente, sintiendo que tal vez, en Lucas, ha encontrado a alguien que puede entenderla.
Mientras el sol comienza a descender y las sombras se alargan, los dos jóvenes continúan conversando, descubriendo más sobre el otro y forjando una conexión que promete cambiar sus vidas. En ese encuentro en la orilla, Valeria y Lucas encuentran un reflejo de sus propios deseos y miedos, y en ese espejo de agua, el río susurra promesas de un nuevo comienzo.
Excelente
ResponderEliminarMuy buena novela
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